sábado, 12 de junio de 2010

Capítulo 23

Cuando nos despertamos algo adoloridos luego de la pelea de día anterior, Sancho y yo nos dimos cuenta de algo horrible. Al parecer uno de los presos que torpemente liberamos ayer se nos acercó en la noche y se llevó el corcel de Sancho. Esto le provocó una gran tristeza al pobre Sancho ya que él dijo que lo había tenido por mucho tiempo y que lo quería mucho. Finalmente logré consolarlo y así seguir con nuestro camino diciéndole que le iba a conseguir cinco iguales. En nuestro camino nos encontramos con un cojín y una maleta, la que traía un librillo muy interesante. La genialidad de su escritor me cautivó por lo que me puse como objetivo conocer a ese señor. Fue así como nosotros empezamos a buscar al señor en nuestros alrededores. Al rato nos encontramos con un cabrero el cuál dijo que sabía todo lo que necesitábamos saber acerca ese señor. El cabrero nos contó que el señor era algo loco, ya que cambiaba su forma de comportarse. Algunas veces era todo un caballero y un hombre gentil. Otras veces era pedante y se comportaba de forma brutal. Luego nos contó una gran noticia. El cabrero y otros amigos habían acordado llevar al señor a villa Almodóvar para que le pudieran curar. Nos dijo que le podíamos acompañar si queríamos conocer al señor, algo que es grandioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario