viernes, 23 de abril de 2010

Capítulo 4

Luego de irme del castillo me encontré en mi camino una situación justa para comenzar a valer mi condición de caballero. La situación era que un señor estaba golpeando a un niño indefenso. Me acerqué y le pregunté al señor porque estaba golpeando al joven. El señor dijo que lo estaba castigando por perder a las ovejas. El niño se defendió acusando al señor de no darle la paga por los últimos siete meses. Luego de esto obligue al señor a jurar de que no volvería a pegar al niño y que le pagara. Más tarde en el camino me encontré a unos gigantes. Por alguna razón de la cual no me acuerdo les empecé a contar sobre mi bella Dulcinea. Me parece que estaban malhumorados ya que empezaron a blasfemar a mi bella Dulcinea. Les ataqué, pero con mala suerte ya que al parecer le había tendido una trampa a Rocinante, causando que tropezara y cayera encima mi cuerpo.

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